El espejo - Autorretrato

 


iso 100 - 1\50 sec. - f1.8

Retratarme siempre fue una situación estresante y educativa. El poder delinearme a mi antojo, desde mostrar lo que me gusta y esconder lo que no, hasta esconder aquello bello por el drama que encierra develar lo que detesto de mí. 
Creo que me quedo con esta imagen porque un poco devela y esconde. El naranja es el color que habita en todas aquellas cosas en las que me considero atrevida. El tatuaje, palabra que me define y que cargo constantemente. Mi cuello, la fragilidad y el soporte que significan. Mi cara a oscuras, todos mis secretos, mis tristezas, mis anhelos, todo lo que es guardado para une. Las sombras que pintan los rasgos de mi torso. Las luces que dejan ver.
Debo admitir que hice muchas pruebas, usé varias luces, algunas veces les agregué filtros para jugar con los colores, usé sombras, usé distintos atuendos, otros fondos y también probé otras composiciones, pero creo que estos planos se enfocan más en lo que trato de evocar.
Me gustan las imágenes descontrastadas, pero no se por qué al retratar y, especialmente, al retratarme, necesito que haya sombras. El coqueteo con lo misterioso es uno de los regalos más lindos que me dio la fotografía. 
En fin, creo que de todas formas no puedo deshacerme de todo lo que fue saliendo mientras intentaba representarme y dejaré otros experimentos.

Otras pruebas











BACK



otros intentos



PLANTA

Explico un poco porque no encontré las luces que utilicé.
Para la foto final, utilicé un tubo de luz naranja de 1.60mtos de alto, lo puse en diagonal a mi. Para las otras fotos fui variando entre dos reflectores de luz cálida de 800 watts. 











Comentarios

Entradas populares